Me gusta cuando somos cuerpo.
Me gusta cuando somos gemido.
Me gusta cuando somos intención.
Me gusta cuando perdemos la cordura
y hay un mar de saliva y gestos guturales,
y mi físico va más allá de tu metafísica,
y pierdes el aliento
con mi mano apretando tu cuello
y la poesía surge,
con violenta-ternura
hasta que no puedes respirar.
Y golpeo tus labios
con mi intención de futuro
mientras suena la canción: dame más...
de tu violenta-ternura
y la sangre es dulce.
Y golpeo tus ojos
con mi boca abierta
exhalando la herida, dándole muerte...
desde mi centro hasta las orejas del parque,
desde mi sal hasta tu azúcar,
desde nuestras rosas hasta nuestro vinagre
y no tengo límite,
no existe límite para mí,
mi horizonte, eres tú.
con mi intención de futuro
mientras suena la canción: dame más...
de tu violenta-ternura
y la sangre es dulce.
Y golpeo tus ojos
con mi boca abierta
exhalando la herida, dándole muerte...
desde mi centro hasta las orejas del parque,
desde mi sal hasta tu azúcar,
desde nuestras rosas hasta nuestro vinagre
y no tengo límite,
no existe límite para mí,
mi horizonte, eres tú.
Juan Calles - La Pululante