lunes, 22 de junio de 2015

Sirena encandilada


Ha atravesado la puerta al compás del viento, sin mayor tragedia más que la de sus ojos redoblar el tiempo al pie de los abismos del corazón de la casa. Se vio las manos impregnadas de varias raíces negras que empezaron a rasparle hasta las orejas. No se inmutó. Continuó sus pasos de pez ligero sobre el piso, una loza vieja lustrada por manos áridas, por pies descalzos y tullidos. Observó cada detalle al atravesar la comisura de los rincones. Viejas arañas y graciosas cadenas de hilos colgando pegadas a las orillas de la cordura. Ella, con su gesto de reconocimiento, extendió sus piernas a los costados de las luces que asesinaban las ventanas rotas. Sus piernas, blancos maderos y fuertes, se abrieron, dieron paso al alumbramiento de meses de luna y río, de peces y evocaciones a la luz. Ella llenó el vacío del patio con su canto de sirena y hundió su cabello al borde de las flores, donde cada noche las estrellas besan sus secretos.

Ella duerme ahora, juega entre sueños, va tras las mariposas y ellas le acompañan el cuerpo. Por breves segundos, se fragmenta... huele a lluvia.

Aquí ya llueve y entonces se vuelve tierra y crece entre sus dedos.

Yo crezco entre sus dedos…
 
abril/mayo 2015

 

Mentira


Pude observarlo con un solo ojo, a través del cristal que dejó el agujero de la bala. Coleccioné entre mis manos cada uno de sus gestos de asco al pie de la muerte.

Yo mentí.

Él lloró. Dejó caer su bolsa llena de cincos y rebotaron todas sus lágrimas por cada una de las noches en que escupió su nombre y mi historia.

La pesadilla cesó, le advertí, desde el otro lado del cristal.

Mentí una vez más.

La historia se había repetido como la gota perenne que rompe las pesadillas y las pinta de realidad. Yo siempre mar. Te seguí observando.

Advertiste entonces mi mentira. Rompiste el vidrio. Tengo dos ojos, le dije cerrándolos, esperando el trueno de su ira. Abrí los ojos y cíclope, para entonces, se había pintado mil ojos en las manos.
 
Es posible, le advertí de nuevo.
 
Mentí por última vez.

 

Abril/21 de 2015.

Aquí es donde se cierne el viento, se aligera la presión que brota como un riachuelo en el medio de sus piernas… Así es el viento, sentenció ella, fuerte y profundo como el sueño, inacabable y traslúcido como el mar, inocente como los pájaros de la noche, insolente como el anochecer que todo lo abraza, todo lo aprieta… dulce, dulce, dulce como el vocablo de las mariposas al buscar los sueños.

Nada ha anidado el tiempo más que una cajita de gemidos y de piel, de risas y susurros en el vientre del placer, un par de parpadeos de luna, un sorbo de miel, siete nubes de amanecer y un pañuelo rojo de cenizas de ayer.

Vos pensar, oscuro, apretar, moreno, entero, sentir, apretar, agudo, apretar, sereno, fuerte, decidido, apretar, apretar, apretar.
 
Vos sorbo severo de miel oscura con manos que aprietan la llama de todo lo prohibido.
 
2014/2015

martes, 9 de junio de 2015

Misericordia


La sirena no está encandilada, ha removido el polvo del fondo del mar.

Ven y juega con mis ojos, juega con mis estrellas
juega a que vas a que vienes, a que me abandonas y me vuelves a encontrar,
a que me pierdes en medio del mar.

Anda y ve
llueve, corre y huye, allá en el fondo del cielo
juega a que me ves desde lejos
y que extrañas mi espuma.

No me mientas, juega con mi cabello
e inventa las bienvenidas eternas,
juega a que no lastimas a nadie con tu desapego
a que no rompes nada cuando te vas.

Juega, envaina tu misericordia y parte mi llanto oculto
de vos y del mundo
juega con lo que quede de mí en las esquinas del café
y en la arena de las letras en letargo.

Navega entre los días, grita que no eres de nadie
que el amor es un tonto invento
de alguien que soñó, en sus horas de muerte sedienta,
un beso, un abrazo y un vínculo que se convirtió en soga.

Amor, juega con mi cuello
aprieta por un segundo de eternidad
lo que queda de mis ojos entre tus manos,
ahorca el tiempo y la distancia.

Mátame al borde de la madrugada
sopla la ceniza de tus ojos,
sumérgeme lentamente al fondo del agua
con tus ojos tristes.

junio,2015


lunes, 1 de junio de 2015

Bailar sin pies

Me gusta bailar encima de usted
o en la cocina,
en el borde del precipicio de la ciudad
allí donde nadie intuye la locura atorada en un pecho,
en una boca,
en el cielo de mis ojos.
 
¿Qué le enseñe a bailar?
 
Usted ha bailado conmigo, aunque usted siquiera lo sospeche
le he tomado la mano, con su consentimiento
y lo he llevado a buen ritmo al fondo del mar,
ha cabalgado conmigo entre las olas;
ha perforado el presentimiento de un ritmo naciendo entre sus manos,
es la estrella de mar que le palpita, sin cesar
acariciando su brillante mente y su impetuoso corazón.
 
Así procura usted, a galope, un baile maravillando las plantas de mis pies,
la raíz blanca de mis sienes,
mis arrugas acentuadas,
jugando todas, a que trascendemos el viento y poblamos un corazón
el suyo
a vaivén
 
a vaivén de verso
 
Vr.  2014

Tiembla

Tengo una obsesión con el tiempo,
lo persigo y acomodo bajo mi almohada,
lo disuelvo en mis tazas de invierno de café,
entre la bruma de mis ojos al amanecer.

Quiero romperle las agujas,
clavarlas en mi pecho y respirar sin pensar en ello,
enmudecer ante el grito de mis ojos
permutar mis flores por permanecer suspendida en el mar por días, 
años y quizás hasta siglos.
 
Donar mi hambre tan antigua
ahogar mis deseos, uno a uno
prolongar mis sentidos en medio del agua,
siendo luz, siendo luna
por un segundo entre tus brazos.
 
vR/junio de los pasos 2015