Destino de bruja deshilachada
danzar con los ojos del hambre abiertos
bajo la lluvia, sin miedo alguno,
de perpetuar tu nombre
en lo más obseno de las botellas rotas
y los llantos de pájaros perdidos;
en la triste ciudad de los ignorantes y nostálgicos,
de los con miedo y los huyendo;
en la cual estamos ancladas por sus estatuas incoherentes,
iluminadas por su bombas tristes que celebran la sangre de no sé qué santo,
adornadas de sus árboles podridos de orín de chucho sarnoso,
de bolo festejando su profunda tristeza,
poblado vacío bañado en el lodo del ¨progreso¨,
entre la bulla del ¨vota por mí¨,
lloviendo por fuera y por dentro
y amarrar una escoba vieja a mis piernas
simulando yo,
volar.
V