lunes, 22 de julio de 2013

Isabella

Soñé que era gigante y que en mis manos cabían los días y las noches, que jugaba con las hormigas-segundos, en el lago de mi esperanza por encontrarte. Levanté la vista y me propuse despulgar el mundo y sus animales, para enarbolar tus ojos en el centro de mi pecho. Aspiré profundo y las flores y árboles se inclinaron abiertas para darme paso, hacia tu encuentro. Los tecomates se derramaron dejando el atol regado y se incrustaron los ríos, en medio de nuestras montañas, serpientes blancas y tibias que pedían a gritos pepita, chile y frijoles. Hice con mi mano un guacalito y lo reposé tranquilo formando un laguito para las dos. Me cabe todo en las manos, el cielo y las estrellas, luciérnagas asturianas que me cantan en los hombros mientras el manto azul oscuro nos arrulla, a mi pensamiento, mis manos y a la jícara que desde hace 3 lunas me acompaña, para no irnos jamás. Te dibujo atravesando el aire...mirarás el mismo cielo que yo? reposo en la inmensidad, el silencio se apodera de mis sentidos, grito tu nombre y cae como brisa la caricia de tu voz rompiendo la distancia y los abismos sordos...llorá negrita, volá con tu primer grito!
Cuando te besé, sabías a muerte sedienta
y tu almohada tenía la forma de tu cabeza
detenida por el tiempo.

Ayer te había pensado
riendo y somatando ollas en la cocina
pidiendo una cerveza para emborrachar la memoria.

Hoy te vuelvo a besar
y la muerte me acomoda el cabello,
tus coágulos escupieron las manos de mi realidad.

Mañana te llevaré flores llenas de mis puños
los buitres dejaran caer sus ojos en mi llanto

y yo no podré decirte adiós.

Siempre rebeldes mis manos, rebeldes y libres.

No verás de mis manos verter un adiós.

Sexo metralla

Un campo de lechuzas se anida en mi garganta
revoloteando infiernos de silencio
mientras se consumen mares de impaciencia
para devorar pájaros serpientes
de los que tienen cielos rojos
hambre de palabra y sexo negro
sexo rojo
sexo serpiente
sexo pájaro
sexo bala
sexo palabra
sexo hambre

Siempre hambre
de vientos y espumas
girasoles, sirenas, piedras
caminos, atardeceres, gemidos
fluidos, fluorescencia, humo, sexo


Siempre sexo

Yo soy sexo
temido y perverso
siempre sexo.


V

Vieja

Cantame vieja, 
cantame al oído, 
arrullame entre el sol salpicado de miedo,
contame aquella vez que sentaste a tu vecina en las brazas de tu fogón 
                                                                                     por pegarle a tus hijos, 
o la vez que aquel hombre te tiró un jarro de cerveza en la cara
repitiéndote que eras puta 
                         de tus travesías internas para nunca perdonarlo
                                                       y verlo hacerse polvo entre tus manos;
contame de los días salados y amargos de Guatemala...
                               esos que no terminan de terminar...
reíte como cuando tenías tus cigarros bajo la mano 
y estabas sentada en tu sillón,
reíte vieja

reíte conmigo...

en el vértigo de tu ausencia
    por favor
reíte conmigo.

V