martes, 28 de septiembre de 2010

sol de enero

Pollerita colorada color de ají
de verde te ando esperando que digas sí
mita' pa' mí, mita' pa' vos
cuando nos casemos va a llover arroz
mita' pa' vos, mita' pa' mí
ahí te ando deseando pero me mentís...
mS.
Creí perderte en el sendero de la mañana,
la lluvia me inundó por dentro y por fuera,
te busqué repleta de flores,
al abrir los ojos por las mañanas,
al atravesar mis sueños...
al construir tu casa, para que te quedaras conmigo,
nuestra casa...
y pulularas, como siempre, sobre mi pecho
cual pajarito cantos con ojos brillantes,
de esos que se tragan el mundo y sentencian
mi corazón a la paz.

No me equivoqué cuando planté tu boca
y grité tu nombre una mañana de enero...
no sos niña, creo, nunca lo has sido.

Sin miedo a quitarte la luz de tu infancia
sino a perpetuarme en la serenidad de tu lengua
sé que no sos mi hija, Paula, sos mi madre regalada
desde el envés de mi vida, para iluminarme.

Pollerita preciosa, tragame mi bebé!
con tus manos y tu risa
dame más de tu poesía.

La Pululante

Dioses-Demonios


El poeta es un pequeño dios.
VH.


Descender de los infiernos, volar por los cielos
engullir las hieles resbaladas por las espaldas
de los traidores sin ojos ni memoria;
parapetos graciosos de su propia ignominia,
buitres silentes sobre árboles sin futuro,
gangosos de asma, congestionados de envidia.

Hacínense, júntense, sóbense y celébrense
con sus lenguas babeando de mierda,
con sus ojos tuertos de mierda,
con sus manos embarradas de mierda…
mientras nosotros conocemos el canto de la noche y la absoluta soledad,
el dolor del frío y el hambre
donde la poesía nos construyó: demonios gemelos
hartos de la candidez y repletos de luz transparente.

Carroñen y diviértanse.

Nos ha acariciado la mano de la muerte y la de la ternura,
decidimos trascender y perpetuarnos,
permanecer espejos intactos,
en la violenta ternura... como dioses, como demonios.

La Pululante

jueves, 23 de septiembre de 2010

Cementerio


Me asomo estática eternamente al portal de tu vacío infinito
a la insatisfacción de tus paredes y humedad
y me quedo allí, hablando quedito mi amor
que se me enmohece en el sol y la sombra
de este cementerio al que me has confinado,
estando aquí
estando aquí siempre.

Los pájaros negros deambulan tu nombre
extienden sus hermosas plumas en el cemento
de mis lágrimas
pensando yo que con los días me dolerás menos
pero solo se pegan a mis manos, las flores, el paso
en constante movimiento
petrificado,
por el miedo y sus desiertos
de perderte en constante movimiento.



La Pululante.

martes, 21 de septiembre de 2010

Suicidio con mano invertida


Abrazar la tregua con intensidad
cerrar los ojos y prender nuestra luz
entre las tinieblas amordazadas
que rodean el dolor ahogado y penetrado
por la ternura abusiva
con el amor tuerto que se inunda
en nuestras manos.

Seguimos lloviendo a través de la ventana
somos tormenta, rayo y granizo
contundentemente mareados
precisamente certeros
cometiendo suicidio
con mano invertida.

La Pululante

lunes, 6 de septiembre de 2010

Vida

Hace tanto tiempo que la muerte no me preocupa
será que la vida me preocupa igual,
acaso es que ya morí hace algún tiempo
y yo sin enterarme me quedé estática en la ventana,
observando,
a través del hambre y del desvelo,
cada uno de tus pasos sin sombra
pensando yo, que eras tú.


La Pululante