lunes, 25 de mayo de 2015

Quemarse a lo bonzo

Me contemplo sosteniendo mi quijada
he vuelto a fumar, sí
el humo suele consumir mis precipicios
que se interponen entre el descanso y cada amanecer.

Quemarme quiero, ser ceniza
llover con fuerza
besar mis pies inflamados de camino
y torcer la boca hacia todos los lados no permitidos.

Ser insolente y prematura
llama de fuego y agua en ebullición
tocarte, de alguna manera, tocar algo de ti
algo más que tu boca, que tu ausencia.

Buscar mis pupilas que vuelan,
la humedad que se consume,
esta bocanada de péndulos en mi pecho
que quieren abrazarte
contra todo tu miedo de mirarte en el fondo de mis ojos.

Corro, vuelo
intento socavar estas ganas en mi ritual con el vacío
de que me beses como si me amaras
como si de alguna manera pudiera encontrarte en alguna parte
en el viento
en el espejo.

No hay manera alguna…

Bésame como si me amaras, bésame
aprieta tu deseo en mi garganta
una vez más, al borde del precipicio
y suéltame de una vez,
deja volar esta ceniza.

25 de Mayo de la ausencia/2015

 

Hay perpendiculares objeciones que se me incrustan en las venas
dos vientos se colocan en mi sien mientras te veo y sonrío,
bajo la nube de mis besos, nada anido
ni los pájaros, ni los sueños…

¿para qué objetar?

El sin sentido golpea por la madrugada
y los pájaros vuelan sonriendo
con la nube de mis besos entre sus alas.

vRamos, Mayo 25/2015

 

viernes, 8 de mayo de 2015

Ojos húmedos


Sentada con los ojos húmedos sobre un pajar
en busca de la caricia extraviada bajo mi vestido.

Soy una niña que rompe con sus ojos
los espejos del abandono,
una y otra vez,
los vidrios dibujan alas en mi cuerpo.

Soy asesina de este yo que te llora como una niña.

Soy asesina de este único reflejo y lo fragmento en mil

Mil yo

Yo mil

En medio del cielo, lloro entonces libremente.
 
vR / mayo llanto 8 del 2015.

Constelación


Hay un silencio azul que zumba en la gravedad de la noche,
vos colgado de la estrella más cercana, al otro lado del precipicio
nadie nos intuye, ni siquiera el miedo.

Las lágrimas sacan sus cuchillas y cortan el cuello de las posibilidades,
yo sonrío respirando entre mi sangre,
la ausencia me abraza, me vuelve piedra
seca mis imprudencias y enmudece mi mentón
lo entierra pálido entre las cobijas de mil sueños
a la espera de la nueva ola que llene algo más que los ojos a través de la ventana
que tiemble,
que sueñe,
en el centro de esta constelación de incertidumbre que se come los días.

Necio el tiempo que persiste en decapitarme,
yo siempre en búsqueda de las horas que rebotan
en el quizás de los segundos.

vR /mayo ausente 8 del 2014.