viernes, 10 de diciembre de 2010

Verduga

"...en esta vida me castigaste,
me robaste el tiempo, me re-cagaste
mi culpabilidad es como una pecera vacía
como juzgar al sol por salir de día...
si mis tristezas te causan alegrías
es por que tus reglas son distintas a las mías...
yo soy libre por que desde aquí yo vuelo
solo toca despegarse del suelo..." Calle 13

A mí me gusta ser veneno punzante,
líquido dolorido de la noche y sus cuervos
iluminados por el hambre de los recuerdos,
que son eso: recuerdos.

Según me mantengo informada,
soy verduga sin capucha e impredecible,
me gusta ver reflejados mis ojos
en los ojos de mi próxima víctima,
que bien dejo caer la yunta del pecho vacío
o cargo la fusta a redoble y parto el viento en
mil palomas catedrales,
desbandadas en caminos
de idas y llegadas.

Esta es mi cárcel,
la ciudadela repleta de alas y libertad,
mi concierto de 8 ojos bailando borrachos
con mi fastidiosa risa
mi inútil felicidad
mi desgraciada plenitud…

las mujeres debemos obedecer…

bienhechora diosa que establece
con su látigo insolente, el punto de miel purgante
que distingue el bien y el mal:
ya fui bendecida por tu sentencia!

Eso es el exilio,
soy hija de una fantasma
de esa fantasma, que me enseñó la ternura del veneno
y también la sangre ácida del olvido.

Yo, también lloro,
también río,
pero ya no me reflejo en tus ojos.

lp.

Encuentro

Correr en el viento,
sentir el azote de las alas de las mariposas
correr a tus ojos,
correr al camino,
soltar los brazos de la risa,
soltártelo en la cara,
y sentirnos felices.

Para qué estamos aquí
sino es para palidecer
y morir y parirnos mil veces
en el beso, a través del tiempo,
en el semblante del parque abandonado
por tus palomas hambrientas.

Para qué más estamos aquí?

lp.