Flor de madrugada
que palidece tu bruma más áspera,
espantando las mariposas de la angustia
que invaden con su humo ligero
esta cortina silente que tenemos por mundo
-vos y yo-
en absoluta contemplación.
Soy flor de desiertos e inviernos severos.
Que la duda no te asesine
con cualquier aguja del reloj.