viernes, 14 de mayo de 2010

Noche 1

Anoche he perecido tantas veces
que al verme hoy al espejo
solo intuyo las viejas heridas de siempre,
solo veo a la náufraga de mí
caerse miles de veces
entre las fauces del desvarío
y la tinta azul de tu saliva.

vR/mayo 14 de 2010.

Noche 2

Nada guardo para mí, ni el sol, ni el aire
nada en realidad me pertenece
ni me ha pertenecido nunca,
solo este cuerpo rígido
impaciente y lleno de duda
lleno del demonio del olvido

vR/mayo 14 de 2010

noche 3

Tan solo derramo, gota a gota,
cada una de tus palabras incoherentes
y mugrientas de mentira,
en este vaso vacío
del sin sentido de la vida.

vR/mayo 14 de 2010.

Femicidio

A través de la noche vi apagarse una a una las piedras que construyen las posibilidades
perdida en el sollozo de las nubes quedé sin mis manos y mi boca
y mutilada y seca
sin pies
sin huellas en mis manos
sin uñas
sin cabello
perpetré en el lago de la historia
para escribir en sus páginas de horror la incansable búsqueda
de lo que se llama justicia.

Si una X no me basta
si ser pordiosera de identidad no es suficiente
ser carne de buitres y lobos
ser sangre para hambrientos de odio
y olvido
si ser olvido para una sociedad
que no le importa a dónde van las raíces de sus árboles.

Si dos XX no me bastan
para gritar mi nombre
entre las calles de este cementerio gris
en donde los muertos caminan por inercia
y no son conocedores
ni conscientes
ni de su propia muerte.

Víctima
víctima tú
víctima ella
víctima tu hija
víctimas todas
porque sí, así lo dice el padre de nuestro vientre
de nuestra boca y nuestra muerte.

¿Podría ahora verte a los ojos?
Buscaría en ti muchas respuestas
acariciando tu rostro
y recordando tu risa de niña
tus besos de adolescente
y tus sueños de mujer.

Ay Guatemala, niña Guatemala
Niña Guatemala XX
Jóven Guatemala XX
Mujer Guatemala XX
el odio te ha comido
y te mutiló el sol.

vR/mayo 14 de 2010.

yo te proclamo

Tengo un sueño permanente, que respira estrella y exhala sal
que tiene nombre sin tiempo
y que es lo que hay en mis ojos
una trascendencia de la noche a la luz de los días
y un mar de posibilidades.

Te llamo hijo mío, ven a mis fauces hambrientas de luz,
yo te proclamo y escribo tu nombre.

Te llamo hija mía, ven y destierra la injusticia y la ignominia,
grito tu nombre a través de mis flores
que adornan el camino,
de los días, en que sueño que estás musitando
entre las barbas de tu padre
y los senos abiertos de tu madre,
en las mañanas en que busco en mi calor
tu alma,
tus ojos
y esta gran posibilidad
de cantarte con el tambor que tengo en el pecho.

vR/14 de mayo cerca del desvarío del 2010.