Él que golpea
insistente al martillo
para que éste le
devuelva, en su parca poesía,el viento roto con la boca abierta,
su llaga en llamas.
No hay silencio más
letal
que el que se da
cuando el dolorempieza a parir el desvarío
y con ello, sus bellas flores de infierno.
Una espiral escupe el
fuego
aquella manta inmensa
que desgarra el vientoel silencio, el desvarío, el hambre, la muerte.
Bailo en silencio, me
sigue pariendo
Bailo la muerte, me
sigue escupiendo
Bailo el viento, me
sigue comiendo.
El desatino cubre con
serpientes
los nidos del deseo y
el olvido,trapecista de la estupidez y el despojo
abrázame antes de morir.
Baila entre mis
fauces, mientras se alumbra
la perversidad de mis
golpes bailo… suculento vaivén del asco
abrázame antes de que te mate.
Vramos /septiembre 2016