Quiero letras herejes para taladrar tus orejas
y apretar tu cuello,
verte vomitar las aguas negras de tu ignominia,
la ira del mundo sobre mis párpados me detiene,
a través de la alcantarilla luminosa de tu mente,
pero no te vas, pero te quedás
en mi garganta, en las ganas de vivir
permutándonos el alma
para vernos, construirnos y encontrarnos.
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