A Simón Pedroza
Tu hambre trágica de
carne viva despierta mis soledades, pájaro del viento
la pericia de tus
manos para dibujar en el desiertoy secar hojas al borde de la locura
para pintar cuentos, surtidor de piedras que se cuelgan de los árboles.
Es gracioso, ayer te
soñé despierta y yo que jugaba cincos con mis lágrimas
te inventé en los
agujeros de la tierra y recostada en el silencio,acaricié cada uno de los recovecos de tu recuerdo
para decirte que te quiero con el querer de siempre, con mis brazos de siempre.
No tenemos más
encuentro que el de la poesía y su magia negra
más que la tristeza y
el suicidio imprudente de nuestros dedos, nuestras bocas;además de la franqueza de nuestras cuchillas
que aman cortar lenguas.
Te convido a un par de
víceras, para cuando quieras.
Vr / julio 2015
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