Soy una hoja bailando
con el viento y la muerte,
me arropo con la noche
de tu peloy vivo, en medio del silencio, sueño
que soy árbol y doy vida a los días.
No preciso de brazos
para abrazar la niebla
ni de agujeros para
soltar el llanto del cielo.
No preciso de cama ni
pan.
Preciso de tu voz, en
la distancia,
un golpe de luz que
parte el tiempo,un temblor de huesos y risa
que me acomoda el cabello en las mejillas
y acaricia mi alegría,
mis ojos crisálidos y
mi vientre de flor de café.
Te beso y soy
paréntesis.
Fue preciso morir,
para llegar a este momento.
Fue preciso despertar
para conocer el vuelo
de las hojas,plantar su bandera verde
en el centro de mi pecho-tierra.
Fue preciso nacer ante
tus ojos
aquella tarde de mayo para celebrar la lluvia junto con la muerte.
Fue preciso ser piedra
y ser camino.
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