miércoles, 19 de enero de 2011

Impostura, un arte en la política de la sobrevivencia

Porque me sumo
al azul celeste del cielo
y al verde atesorado de los árboles,
porque no sé bien mi nombre
ni el espacio que piso.

Bailo son como rock
¿se baila?
la indefinición de mis acciones
me lee, me desnuda;
mientras vacilo en los estambres
del no sé,
del no me importa.

La ley del más cómodo
Dios la usa todo los días,
todo viene fácil o se va igual,
nada tiene valor.

No conozco el lodo,
tengo horchata en las venas
y mi indefinición
me ayuda
a sobrevivir en cualquier ambiente
sin poder sostener mi cara
libremente al viento

Tonta de mí,
vulgarmente sin palabra,
sin postura,
me pinto con todos
y me confundo entre todos,
nadie sabe a quien amo
nadie sabe que no sé amar.


lp.

1 comentario:

Vanessa Ramos dijo...

yo no hablo de mí en el poema ni llamo a la anomia, sino describo cómo viven los "sinpostura"...esa es la idea, a mí me gusta reventarme la madre por mantener mi coherencia, y cuestiono cómo hay gente que puede vivir así. lp.