jueves, 18 de noviembre de 2010

Ciega

Los días habrían consumido hambrientos
las sombras danzantes que dejaste en la casa,
el sudor taciturno resguardado en la ventana
de mi nariz
y tu letra, perra vieja y negra,
golpeando mis pupilas
con sus ladridos:

poema metralla
verso metralla

estoy sin ojos, hasta cuando vuelvas.

lA pULULANTE

1 comentario:

Ek Balam dijo...

Me gustó. www.escribiendoconsilencio.blogspot.com