Soñé que
era gigante y que en mis manos cabían los días y las noches, que jugaba con las
hormigas-segundos, en el lago de mi esperanza por encontrarte. Levanté la vista
y me propuse despulgar el mundo y sus animales, para enarbolar tus ojos en el
centro de mi pecho. Aspiré profundo y las flores y árboles se inclinaron
abiertas para darme paso, hacia tu encuentro. Los tecomates se derramaron
dejando el atol regado y se incrustaron los ríos, en medio de nuestras
montañas, serpientes blancas y tibias que pedían a gritos pepita, chile y
frijoles. Hice con mi mano un guacalito y lo reposé tranquilo formando un
laguito para las dos. Me cabe todo en las manos, el cielo y las estrellas,
luciérnagas asturianas que me cantan en los hombros mientras el manto azul oscuro
nos arrulla, a mi pensamiento, mis manos y a la jícara que desde hace 3 lunas
me acompaña, para no irnos jamás. Te dibujo atravesando el aire...mirarás el
mismo cielo que yo? reposo en la inmensidad, el silencio se apodera de mis
sentidos, grito tu nombre y cae como brisa la caricia de tu voz rompiendo la
distancia y los abismos sordos...llorá negrita, volá con tu primer grito!
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