El sol caía por hilos
a través del cielo de los árboles,
tus pasos seguían
ecuestres allí, a redoble, auscultando el río sereno de mis pechos,
aflorado el vientre,
universalizado el soplo de los pájaros alborotados por la calor,
una cuenca de ocho fluidos, todos dulces, todos salados.
Una novela de encuentros
un desayuno de recuentos
un palmo de hojas abiertas con susurros de atardecer
un poco de aire sublimado entre las manos
dos copas de sumisión y un aguacero de sudor
un café con chocolote y una nube de cardadamomo…
vos viento
yo marnavego impertinente en la profundidad de tus ojos negros
que en su oscuridad me someten al reflujo de sus deseos
y yo…
un pájaro dispuesto a soltar su espalda
en la soga de tus manos.
Aprieta
severo y obtusoque bajo el flujo severo de tus manos
puedo volar.
Vr/abril lleno de soles del 2015.
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